lunes, 4 de junio de 2012

LA AVENTURA


 
    Había una vez una niña, Marilín Bombín, que quería ser bombera. Ella tenía un amigo que se llamaba Isaac, y era muy aventurero. Ellos un día decidieron empezar una aventura. Salieron una tarde de verano hacía un país muy lejano. Al caer la noche Marilín e Isaac acamparon en un terreno de tierra. De repente Marilín se levanto chillando y despertó a Isaac. Creía haber oído algo. Salieron de la caseta y vieron un enorme gigante. Ellos se asustaron pero el gigante les dijo que no era malo, que estaba muy solo y solo quería ser su amigo. El gigante tenía unas enormes cosquillas y era muy gracioso. Así que a la mañana siguiente el gigante les acompañó, de ahí en adelante, en su aventura. Siguieron andando hasta llegar a un pequeño pueblo muy pero que muy extraño. Era un mundo al revés, allí los pájaros nadaban y los peces volaban. Los gatos no decían miau sino yes porque estudiaban mucho inglés. También un año duraba un mes, y había un señor llamado Andrés que tenía 1530 chimpancés. Marilín e Isaac no daban crédito a lo que veían, estaban super asombrados. No sabían que más se iban a encontrar así que decidieron seguir con su aventura, que por ahora estaba siendo muy emocionante. Continuaron con su viaje y esta vez llegaron a un lugar donde se encontraba un mono llamado mono Liso, que estaba un poco liado con una naranja, no sabía si comérsela o no, porque le daba pena. También vieron a unas grajillas que estaban volando muy lejos y casi no se podían ver. Mono liso se encontraba muy solo y como a Marilín y a Isaac les daba pena le dejaron ir con ellos. Ya eran 4 en la aventura. Ya estaban acabando la aventura y se lo estaban pasando muy bien. Isaac y Marilín llegaron a una ciudad donde había un niño que tenía un sueño, como Marilín, que quería ser bombera. El niño quería ser astronauta y viajar al más allá. El niño consiguió ser astronauta y justo ese día hubo un gran incendio, al que los bomberos no pudieron acudir. Marilín se vio obligada a apagar ese fuego, y después de eso Marilín era una heroína en aquella ciudad, y se quedó a vivir allí. Ahí acabó aquella aventura, Isaac se quedó a vivir con Marilín en una casa que le regalaron por haber salvado a aquellas personas de ese fuego. Mono liso y el gigante se quedaron  a vivir en una residencia para criaturas extrañas, pero ellos vivían de maravilla allí y tenían muchos amigos. Al final todos fueron felices y Marilín cumplió su sueño.

Raquel Pérez Pérez

LOS TRABAJOS INTERCAMBIADOS

                                                                                                                                                                                                                           Había una vez un bombero llamado Isaac que quería ser chófer de  tranvía.
Marilín Bombín quería ser bombera y no chófer del tranvía.
Un día Isaac encontró un cisne que ladraba, el cual le dijo con señas que había una chica llamada Marilín Bombín que era chófer del tranvía y que ella quería ser bombera y no chófer.
Isaac se fue a buscarla, pero no la encontraba, así que se volvió loco y empezó a subirse a todos los tranvías y a preguntar por Marilín Bombín.
Por fin la encontró y le dijo que si le cambiaba el trabajo porque estaba aburrido de ser bombero.
Y así fue, se cambiaron el trabajo y se divirtieron mucho. Ellos quedaban para verse y preguntarse como les iba.
Un día estaban en un bar e Isaac, de repente, se puso de rodillas, se sacó una cajita del bolsillo y le pidió casarse, y Marilín Bombín le dijo que sí.
Hasta hoy en día Marilín Bombín e Isaac siguen casados y tienen dos hijos llamados: Juan Luis y María del Carmen de las Flores.

     
Adrián Mesa Galván
  


CUENTO


En un pueblo con mucha sequía, vivía un árbol llamado Garoé. Él nunca estaba contento, hasta que vino de visita al pueblo una bombera llamada Marilín Bombín. Garoé le contó que estaba muy apenado. Marilín le quería ayudar y  pasó toda la tarde con él. Al anochecer, Marilín regresó a su casa y Garoé se durmió.
A la mañana siguiente los dos amigos fueron a un lago muy lejos del pueblo, ya que era el único lago a kilómetros de allí. Observaron un cisne que estaba cerca de ellos, pero aquel cisne tenía algo raro, no era como los demás. Tenía un lenguaje raro, él ladraba. Marilín y Garoé se quedaron asombrados y le preguntaron si era un cisne normal. En ese momento el cisne levantó una de sus alas, que  se hacía cada vez más grande. Al volver a dejar su ala como antes, los dos amigos se encontraron en un misterioso y raro mundo llamado “El mundo del revés”. Aquello era muy raro: nadaba un pájaro y volaba un pez, que nadie bailaba con los pies y que dos y dos eran tres.
Marilín y Garoé se quedaron asombrados ante aquel mundo y, mientras observaban aquel lugar, se acercaron dos personas llamadas Isaac y Mono Liso. Ellos eran los únicos habitantes de aquel sitio y les indicaron dónde tenían que pasar la noche. A la mañana siguiente, Isaac, Mono Liso, Garoé y Marilín cogieron rumbo hacia un bosque. Pasaron toda la tarde allí y Garoé se lo estaba pasando genial. Más tarde, fueron a la playa. Después a tomar un helado, recorrieron todo  aquel mundo. Al anochecer se fueron a su casa hasta la mañana siguiente, que era el día en que tenían que regresar a su mundo.
Por la mañana volvieron a su lugar y dejaron aquel mundo atrás. Marilín le pidió perdón por no pasar mucho tiempo con él, pero Garoé le dio las gracias porque jamás había pasado tal aventura y además había encontrado a una amiga para pasar toda la vida con ella.

                                                       Yara Pérez Dorta


miércoles, 9 de mayo de 2012

CUENTO DE MARILÍN BOMBÍN

 

Había una vez una niña llamada Marilín Bombín. Tenía 10 años y sacaba buenas notas.
Un día, la profesora llamada Elena les mandó hacer un trabajo sobre lo que querían ser de mayor. Ya había tocado el timbre para salir al recreo y Marilín no sabía de qué hacer el trabajo. Nunca había pensado qué quería ser de mayor.
Cuando llegó a casa, su padre estaba viendo la televisión y Marilín no sabía todavía de qué iba a hacer el trabajo. Así que se sentó junto a su padre y estuvo viendo las noticias. De repente anunciaron que un edificio estaba en llamas, y un hombre que estaba estudiando para ser bombero fue enseguida y logró apagarlo. Salvó a toda la gente que estaba en ese edificio. En ese momento Marilín quiso ser bombera y ser tan valiente como ese hombre.

Saray Martín González